Ps. CECILIA LEÓN AYALA
Ponencia Audiencia Pública 11 de diciembre de 2015
Ponencia Audiencia Pública 11 de diciembre de 2015
Defensora Departamental del agua
A partir de una recopilación
bibliográfica sobre impactos sociales de las hidroeléctricas a nivel
internacional, nacional y local y del análisis del estudio de impacto ambiental
aportado por ISAGEN, paso a dejar en evidencia los siguientes hallazgos:
Los proyectos hidroeléctricos
conllevan a problemas para las zonas de influencia: es notorio el aumento de
fenómenos como la venta y consumo de sustancia psicoactivas, prostitución en
temprana edad, aumento de fuerzas ilegales que buscan control de territorios y
aumento de delitos callejeros, el atropello, las amenazas, las desapariciones y
estigmatización de la comunidad, entre otros (Correa, 2014 universidad de
Medellín).
¿Considera ISAGEN que con la
creación de veedurías, el aumentar el número de medidas punitivas y de personal
policial mejorará estas problemáticas en una región cuyas características son
de tranquilidad y confianza en el otro?
Otras afectaciones propuestas por
Viviescas, 2014 (Universidad Militar Nueva Granada, Bogotá) se relacionan con:
a)
La violación de derechos ambientales debido al
deterioro y contaminación de los recursos naturales,
b)
El uso de información desactualizada y la falta
de información oportuna y de consulta a la comunidad
c)
Manejo inadecuado de hallazgos arqueológicos y
falta de plan de manejo arqueológico preventivo.
Los anteriores mencionados no
son ajenos a las dificultades que las comunidades hemos identificado y que al
parecer ISAGEN Y HMV insisten en querer desconocer.
El impacto social es aquella
variable que involucra la parte económica y la ambiental, se nota en casos a
nivel nacional, cómo la comunidad en áreas de influencia de hidroeléctricas
deben soportar el cambio medio ambiental, afectando el paisaje, entorno natural, afluentes hídricos, comunidades rurales y economía agropecuaria (Correa, 2014
universidad de Medellín).
Desconocemos el plan de manejo
y/o mitigación que propone la empresa constructora para estos impactos, aun así
ISAGEN ¿pretende que las comunidades de los 4 municipios del área de afectación
tengamos confianza en estos megaproyectos? ¿Por qué no se habla de impactos
psicosociales?
Las experiencias en Colombia
datan de grandes auges económicos antes y durante la construcción de centrales
hidroeléctricas, pero también de declives y demoras de recuperación económica
para la comunidad, cuando entra a funcionar el proyecto (Correa, 2014
Universidad de Medellín).
¿Quién define, vigila y aplica la responsabilidad social de ISAGEN?
¿Quién atiende las verdaderas necesidades reales de las comunidades que son
impactadas por este proyecto hidroeléctrico?
¿Por qué no se atiende la percepción hasta hoy negativa y la actuación de
resistencia de las comunidades frente al proyecto?
¿Será que FENALCO, algunos empresarios, dignatarios, periodistas y presidentes de JAC de los 4 municipios del área de afectación, tienen títulos de propiedad del río Fonce? como para que ISAGEN y HMV solo se reúna con ellos, a puerta cerrada y dando informes a medias y sesgados.
¿Cuál es la responsabilidad social de ISAGEN y HMV al llegar a las comunidades a dividirlas y a generar conflicto por un proyecto que no ha sido socializado debidamente y por crear falsas expectativas de trabajo?
A la fecha en los diarios de
circulación nacional y local se enuncian perdidas a nivel económico, ambiental,
agropecuario, biótico, social con la construcción del proyecto HIDROSOGAMOSO,
será que esa experiencia no es suficiente para reevaluar las formas de economía
que en el país se quieren imponer.
“Como podemos las comunidades ser parte activa para superar la
homogeneidad modernista y violentamente universalizada a través de la
imposición de un estilo de desarrollo” (Carmona, 2002).
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