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domingo, 21 de febrero de 2016

ALGUNAS AFECTACIONES QUE AMENAZAN LA VIDA DEL RÍO FONCE



por Katerine Vanessa Flórez Medina
Antropóloga 
Después de un recorrido por el río Pienta y la unión de este con el Taquiza en el municipio de Charalá, Santander, quedamos muy impactados con la brutal transformación que se ha generado en el paisaje de este río, como consecuencia de dos procesos de extracción de material de arrastre. La extracción que está localizada sobre el río Pienta es ejecutada por el Consorcio de conectividad vial San Gil desde el 16 de julio de 2015, y la otra, se realiza en la unión del rio Pienta con el Taquiza por parte de Carlos Sarmiento desde hace 10 años aproximadamente. Aunque, esta última incremento y tecnificó la extracción desde octubre del año 2015 tiempo después de iniciada la actividad por el consorcio. Sé que no es una noticia nueva, ya se había visibilizado esta problemática en los medios de comunicación regional y local, muestra de ello son las siguientes publicaciones del 10 y 15 de septiembre del 2015:
A pesar de las denuncias realizadas en medios de comunicación y ante las autoridades correspondientes, no se han adelantado acciones efectivas para solucionar esta problemática. Según Guillermo Carreño, miembro de la veeduría ambiental de Charalá, la CAS tiene conocimiento de esta situación a partir de las visitas de inspección que dicha Corporación ha realizado para establecer la sanción de tres irregularidades denunciadas frente a la actividad del Consorcio. Sin embargo, de estas visitas no han resultado sanciones concretas. Sólo en el caso de la orden de cierre de la planta de asfalto el 1 de febrero de 2015 se puede hablar de una acción sansionatoria por parte de la CAS (1), esta medida fue tomada ante al funcionamiento de la planta de asfalto sin el permiso de emisiones atmosféricas. Frente a la denuncia sobre el mal manejo de la fauna por parte del Consorcio evidenciado en la mortandad de peces y por la construcción de un dique en cercanías del Hotel Capilla del Pienta, sólo se conoce el reporte de visitas oculares por parte de la Corporación en septiembre y diciembre respectivamente, aún no se tiene conocimiento de alguna medida sancionatoria concreta.
Muchos de los habitantes de San Gil y áreas aledañas no conocen la magnitud de la situación que ha generado esta actividad, y otros tantos tienen un total desconocimiento de lo que pasa en este lugar, como era mi caso, pues no conocía de esta problemática hasta hace un par de días. Por esto, creo que no sobra compartir algunas imágenes que evidencien lo que allí sucede. Más aún cuando además de los evidentes impactos derivados de la actividad, se han denunciado irregularidades con el proceder del Consorcio de conectividad San Gil. Tal es el caso de la localización de la planta procesadora de asfalto y de la máquina trituradora del material a una distancia de menos de 1km del casco urbano de Charalá, la cuestionable confiabilidad de un estudio de impacto ambiental realizado en 86 días, la extracción del material de arrastre dentro del lecho del río y la ausencia de un estudio arqueológico al momento de iniciadas las actividades extractivas sobre un rio que hace parte del paisaje histórico en el que se desarrolló la batalla del Pienta.
La intención de esta publicación es la difusión de información para crear conciencia sobre la transformación que está ocurriendo en el nacimiento del Río Fonce, ya que además de estas dos actividades extractivas que están afectando el inicio del río, existen otros factores que ponen en alto riesgo su condición. Por un lado, están los vertimientos de aguas negras sin tratamiento por parte de las edificaciones ubicadas en áreas cercanas al rio, y por otro, la controvertida construcción de la hidroeléctrica Piedra del Sol por cuenta de Isagem. Estas acciones que están afectando el rio ponen en un alto riesgo no sólo a la condición misma del agua del Río Fonce, sino también a todos los que de una u otra manera nos relacionamos con este rio.
Es vital que se realicen investigaciones por cuenta de los centros universitarios de la región a partir de las cuales se pueda tener una visión holítstica de la situación actual del río y de los límites o recomendaciones sobre las actividades a desarrollar en este. Mientras esto sucede, me guío por mi instinto de supervivencia o como sea que llamen a sus ganas de vivir con una calidad de vida integral para tener un nivel de certeza sobre el hecho de que con la muerte de un río que configura geográfica, ambiental, económica y culturalmente a una cuenca, se afecta y amenaza a toda la vida existente en esta. Y por muerte no me refiero a la desaparición total del agua, sino a la imposibilidad de que dentro de este río se reproduzca vida y  de que  el agua del rio permita la continuidad de la vida en la cuenca a través de su uso para el riego de cultivos o para permitir un sustento económico a las personas que trabajan en el sector turístico con el canotaje. El agua es vida y nuestros cuerpos vivos están compuestos de agua, por esto es una necesidad vital  aportar en cualquier medida a la conservación de las fuentes de agua en un estado que permita un Bienestar para todos.
(1) En el siguiente enlace se encuentra la publicación oficial de la CAS sobre esta medida preventiva: https://www.facebook.com/profile.php

Figura1. Ubicación de las dos extracciones de material de arrastre sobre el río Pienta

En este punto (figura 2) en el que se une la Quebrada la Potrera al río Pienta está la bocatoma del acueducto del municipio que se usa en épocas de verano, como la que actualmente nos calcina. Aproximadamente 3 kms. río arriba se realiza la actividad de extracción de material de arrastre por parte del Consorcio.
 Figura2. Bocatoma que capta el agua para el acueducto

El material que de aquí se extrae es utilizado para fabricar el asfalto requerido para la construcción de la vía San Gil- Charalá- Duitama. La licencia concede la extracción de 800.000m3 en 40 meses, al año esto equivale a 250.000m3. En este punto es importante aclarar que el sector de la población que ha denunciado las irregularidades de esta actividad, está inconforme con la manera en que la empresa está haciendo la extracción, no con la construcción de la vía.

  Figura3. Zona de acopio del material extraído.

Dos pescadores en el río Pienta nos contaban que en dos horas de pesca habían capturado dos peces llamados ronchos y que antes de que iniciara la actividad extractiva en julio de 2015, en una hora podían pescar entre 3 y 4 libras. Guillermo Carreño, miembro de la veeduría ambiental de Charalá, señala que el estudio de impacto ambiental identifica que la fauna de la zona está compuesta por sardina lisa y buchona, invisibilizando otras especies propias del río como son los ronchos, tilapias, nutrias, lauchas, alcaravanes y nutrias.




La carretera sobre la que está pasando la volqueta fue construida por el Consorcio, antes esta rivera no sobrepasaba en más de 20 centímetros el nivel del agua.
El hecho de que esta vía esté ubicada sobre la ribera del río exonera de pagos al Consorcio, puesto que se trata de un área pública.

  

El bajo nivel del agua del río producido por el fuerte verano de los últimos meses ha favorecido bastante la actividad de extracción, ya que la maquinaria puede operar sin mayores complicaciones en el lecho del río.
 




En esta foto (figura 4) se observa una de las afectaciones que denuncia la veeduría ambiental de Charalá. El tránsito de las volquetas por la entrada principal al casco urbano, genera grandes cantidades de polvo que ponen en riesgo la condición de las vías respiratorias de los habitantes de la zona que en su mayoría son de la tercera edad. A esto se suma que el paso de las volquetas produce una vibración en el suelo, situación que genera temor sobre las posibles afectaciones que esto pueda generar en la estructura de las edificaciones.





 Figura4. Calle afectada por el tránsito de volquetas

Si se compara la fotos del antes y después del sector las juntas, se puede observar que la transformación del paisaje es impresionante, la unión del rio Taquiza y Pienta fue movida unos 30 metros aproximadamente más arriba del punto de unión que existía antes.



En la figura 5 se evidencia la planta trituradora que aumentó la producción desde hace cuatro semanas, y por la cual los habitantes del barrio más cercano a esta (Oscar Martinez), se han quejado por el fuerte ruido que esta planta produce y por el polvillo que se expele del proceso de trituración de las piedras, lo que ha afectado la salud y la tranquilidad de los habitantes del sector.






Frente a las afectaciones ya mencionadas los pobladores del barrio Oscar Martínez se han unido para empezar a crear acciones que solucionen su problemática. En todas las casas de este barrio se encuentran avisos que expresan la inconformidad con la forma en que se está realizando esta actividad extractiva.










 

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