SENTIRES, PENSARES Y ACCIONES COMUNITARIAS POR EL RÍO
FONCE
Autora: Cecilia León Ayala, Psicóloga
Asesora Investigaciones y Proyectos CREPEIN,
Vocera Proceso.
Asesora Investigaciones y Proyectos CREPEIN,
Vocera Proceso.
No le
saque la piedra al río porque el sol se calienta (Eladio Acosta, 2015)
Los conmovía la misma intención de amor, amor por la vida, por el agua, por la madre naturaleza, amor por los seres sin voz, sin espacio, sin tiempo, amor por las tradiciones, las costumbres y las añoranzas, esas las que no tienen época; el agregado de razones que definen la vida, le dan identidad y le permiten ser.
Eran
como la tradicional leyenda de la llorona[1], iban por ahí gritando su
pena, buscando, buscando, querían escarbar y hallar y lo más importante querían
que todo siguiera igual por los años de los años, querían que sus tierras no se
les arrebatara y ante todo que la soberanía fuera algo más que una bonita
definición plasmada en el papel, querían seguir siendo, como la historia de la
llorona que nadie lo ha alterado.
Poco
a poco iban llegando y consolidaban la fuerza, esa fuerza que da la cohesión
social, llegaban de a poco con ideas, con el mismo amor, con el mismo arraigo,
como la garrapata que aunque ya todo está perdido, ella es terca y está ahí
luchando, esperando el momento en que la vida gire y todo cambie a su favor.
Iban
y venían a cada momento: personas, teorías, leyes, normativas, instituciones,
organizaciones, melodías, procedimientos, tradiciones, celebraciones, metodologías
y con ello actividades, diversas actividades: culturales, jurídicas, sociales,
educativas; la acción hecha compromiso mancomunado, el proceso pedagógico
palpable, el trabajo que hace comprensible el problema: ISAGEN y sus
pretensiones malsanas de construir la Hidroeléctrica Piedra del Sol, así sin
pedir permiso, sin dialogar, sin la participación, arrebatando entre las páginas
del estudio de impacto ambiental (EIA) la esencia de la vida de estos territorios
y asegurando con ello la muerte en todos los aspectos.
Fue
así como las comunidades de cuatro municipios: Cabrera, Pinchote, Socorro y San
Gil, querían escribir su hoja en la
historia, ya los comuneros lo habían hecho, era el momento y era justo y
necesario, la tierra lo pedía a gritos, y una frase del clásico libro “el arte
de la guerra”[2]se
reiteraba con fuerza: los habitantes constituyen la base de un país, el
cultivar los alimentos es la felicidad de un pueblo, los gobernantes deben
entender esto y actuar sobrios.
Conjuntamente
las teorías de la intervención social: la cartografía, el censo, el árbol de
problemas y soluciones, la colcha de retazos, la entrevista estructurada, la observación
participante, los talleres reflexivos, la recuperación de la memoria, la
co-construcción de la historia[3] amparados por los
mecanismos de participación ciudadana[4] - los derechos de
petición, el cabildo abierto, el tercero interviniente, las audiencias ante
Asamblea Departamental, ante la ANLA, las tutelas y la incidencia política ante
alcaldías, concejos y congresistas- se
convirtieron en las armas y herramientas de este proceso de lucha.
Logrando
con las herramientas de intervención social conocer las necesidades y
realidades de las comunidades, y con las jurídicas agrupar esfuerzos para
transformar la realidad, vivenciando durante más de tres años la verdadera
aplicación de la “investigación acción participativa” metodología que estimula a
los seres humanos a buscar alternativas políticas, económicas y culturales que
le devuelvan, por lo menos, parte del equilibrio vital colectivo (Borda, 2008)[5].
Todo
un conjunto transversal que hizo su aporte por los caminos polvorientos, entre
cultivos, en las escuelas y salones comunales, en los grupos, en la iglesia, en
las casas, con el joven, con el niño, con la mujer, con el hombre, con el
adulto mayor, sin distingo de clase, ideología, raza, nivel educativo o
socioeconómico, con el inclemente sol, tomaron sillas, se agruparon y se
sentaron a educar y co-crear, a desenmarañar
lo desconocido, a convertir en acción las palabras y a comunicarlo por
los medios de comunicación y los otros recursos que aporta la tecnología.
Así
en ese venir y devenir en el mes de septiembre la AUTORIDAD EN LICENCIAS
AMBIENTALES (ANLA) argumenta:
“Se niega la viabilidad ambiental a la pretensión del Proyecto
Hidroeléctrica Piedra del Sol, basada en: oposición de las comunidades, líderes
comunitarios, sociales y ambientales de la zona y algunas representantes de las
autoridades locales en contra del proyecto, presentando como argumento central
que el proyecto por sus características puede incrementar los problemas de
escasez de agua en la zona, las condiciones de aridez de la tierra, los
conflictos alrededor del agua y la contaminación ambiental que existe en la
zona”[6].
Aunado
al anterior hay otros resultados del proceso comunitario que valen la pena
recalcar: a) se consolidaron grupos de trabajo de los cuatro municipios que se
alejaron de las formas tradicionales de lucha, sin ser esto razón para negarles
su participación, b) las armas principales fueron la sensibilización, la educación,
la capacitación y el uso de las vías jurídicas, se rechazó tajantemente toda
vía de hecho, c) incidencia política ante las Administraciones locales,
Asamblea departamental, Gobernación y
Congreso, d) Gestión ante Personerías, Defensoría del pueblo y Procuradurías a
nivel regional, departamental y nacional, e) Se adelantaron procesos
investigativos de recopilación de información y actividades basadas en teorías
de intervención social, f) el trabajo con otros desde el respeto por la
diferencia, el dejar hacer y la inclusión y g) el trabajo aliado con los medios
de comunicación para replicar la información hallada.
Somos
conscientes que el trabajo debe continuar, que la unión, la cohesión y los
procesos sociales y comunitarios no deben disiparse, deben seguir siendo
progresivos, continuos, proactivos y abarcar otros campos y territorios para
consolidar el único objetivo: defender, preservar y buscar la descontaminación
de la cuenca del Río Fonce y ante todo estar vigilantes de los actuares del
Gobierno Nacional y las instituciones que le sirven, porque la puerta ha
quedado abierta para que se sigan los proyectos minero-energéticos en nuestras
tierras.
En
ese trabajo que continua debemos tenerlos presentes y con sus nombres propios:
comunidades de los Municipios de Pinchote, Cabrera, San Gil y Socorro: Baraya,
Naranjal, Luchadero, Ojo de Agua, Volador, el Cucharro, Sardinas, Piedra del
Sol, Granja del Cucharo, Capellanía y Congual, a las juntas de acción Comunal,
Movimiento Social y Cultural de San Gil, Instituciones educativas,
Administraciones locales, movimientos ambientalistas y por la defensa del agua,
Colectivos de Derechos Humanos, Sindicatos, Concejo de Pinchote y Cabrera,
Cámara de Comercio Bucaramanga Seccional San Gil, a las mujeres que conscientes
de generar vida y mirar la naturaleza mantuvieron encendida la lucha, a tantas
personas a nivel individual y colectivo, a la Representante a la cámara
Angélica Lozano y su grupo de trabajo, a los Profesores Dr. Mauricio Torres y
Oscar Vanegas, al Párroco de Pinchote Álvaro Santamaría (QEPD), y a los medios
de comunicación que jamás nos cerraron las puertas.
Para
finalizar quiero dejar unas cuantas palabras que escribí el mismo día que
recibí la noticia de la NO licencia ambiental y que reúnen mi sentir, mi agradecimiento
y mi alegría
Se vale la pena soñar,
rodearse de gente que crea en tu sueño
y que te anime a alcanzar lo soñado.
Se vale la pena gritar por 1000 aunque sólo seas tú
quien siente
Se vale la pena intentarlo, desilusionarte,
volver a intentar y volver a intentar.
Se vale la pena leer y leer y leer.
Se vale gastar tus ratos libres e incluso los no
libres por un sueño,
un sueño que no es el dinero y el acrecentar más
bienes
Se vale querer la naturaleza, los animales, el agua
y los ríos
Se vale actuar aunque digan es imposible y no lo
lograrás.
Se vale ir contra la corriente y enfrentarte a grandes,
porque una golondrina si puede hacer verano si va en busca de otras que quieran
sol.
Se vale a veces no escuchar al que con su voz y
palabras no hace melodía en tu mente.
Se vale amar al 200% todo lo que haces y tienes.
Se vale perder y perder pero se vale aprender.
[1]Leyenda
colombiana, que describe una mujer que vaga por los campos llorando y buscando su hijo.
Lozada, F. (1995) Historias, mitos y leyendas
colombianos, Ed: Tres culturas.
[2]
Sun Tzu (1972) El arte de la guerra. El Arte de la Guerra es el mejor libro de
estrategia de todos los tiempos. Inspiró a Napoleón, Maquiavelo, Mao Tse Tung y
muchas más figuras históricas. Este libro de quinientos mil años de antigüedad,
es uno de los más importantes textos clásicos chinos, en el que, a pesar del
tiempo transcurrido, ninguna de sus máximas ha quedado anticuada, ni hay un
solo consejo que hoy no sea útil. Pero la obra del general Sun Tzu no es únicamente
un libro de práctica militar, sino un tratado que enseña la estrategia suprema
de aplicar con sabiduría el conocimiento de la naturaleza humana en los
momentos de confrontación. No es, por tanto, un libro sobre la guerra; es una
obra para comprender las raíces de un
conflicto y buscar una
solución.
[3]García,
M., Ibáñez, J. (1986) El análisis de la
realidad social: métodos y técnicas de investigación. Madrid: editorial
Alianza.
[4]Ley
134 de 1994, que reglamenta todo lo relativo a mecanismos de participación
ciudadana.
[5]Orlando Fals Borda nació en Barranquilla, Colombia el
11 de julio de 1925 y murió en Bogotá el 12 de agosto de 2008. Fals Borda fue
Investigador y sociólogo. Libro; El
socialismo raizal y la Gran Colombia bolivariana. Investigación Acción
Participativa (2008) Venezuela: Fundación editorial el perro y la rana.
[6]Tomado
del concepto técnico de evaluación del ANLA al Proyecto Piedra del Sol,
Resolución 01122 del 29 de septiembre de 2016.
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